Hedonismo y escritura

El brazo torcido

el brazo torcido

Que no entiende todavía
No es una niña
Nadie la arrastra hacia ningún lugar
No existe la catequesis
No existe el colegio y las salidas caminando
No existe la calesita, la iglesia y el parque
No existe el barrio donde montaba en patines o en bicicleta
No existe más la pizzería de la esquina donde pedía la más tostada y llena de piña
No existe más el arroz con huevo a escondidas
No existe más crash bandicot
No existe Tarzán, ni peleas, ni altillo de madera
No existe más la posiblidad de creer en todos
Ni Keko, el mejor amor que tuvo
No existe más el juego macabro en el que se hizo
No existe más lo que pide ahora
Solo hay un brazo torcido de las veces que da vuelta las páginas para mirar atrás.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *