Hedonismo y escritura

La tormenta era el presagio

Tengo la misma cantidad de poemas
de amor y desamor
Se turnan
uno y uno
Se turnan
y yo los veo
-desde la cama-
cómo quedan huérfanos
sin espacio
Me miran
desde el patio
la tormenta era el presagio
En qué mundo vivo
no reconozco hoy
Lo qué hay afuera
me confunde
lo que hay adentro
me traiciona
Constantemente.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *